La calidad y realidad de la salud pública

Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud es “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solo la ausencia de afecciones o enfermedades”.  Una de tantas preocupaciones que afecta a la humanidad es tener buena salud. Generar un equilibrio en los tres elementos que refiere la OMS como físico, mental y social no es al 100 % efectivo para algunas personas, pues esto depende del país de nacimiento. Algunas personas son favorecidas en pertenecer a un país en el cual su sistema de salud pública es excelente, mientras otras pertenecen a un sistema de salud ineficiente y deplorable.

 
shutterstock_381586483.jpg
 

En la pirámide de las necesidades, Maslow ejemplifica lo requerido para que el ser humano se sienta autorrealizado. Como prioridad menciona que la superviviencia tiene como base la alimentación, oxígeno, dormir, vestirse, hidratarse, entre otros.  Una vez cubiertas dichas necesidades, el ser humano asciende a otro nivel donde se encuentran las necesidades de seguridad, es aquí donde quiero recalcar un elemento importante de este nivel como lo es la seguridad física. En una breve frase, es mantener un buen estado de salud, y para alcanzarlo considero que cada individuo es responsable de su propia salud, pero, el entorno tiene que proveer un sistema de salud apropiado y en óptimas condiciones que garantice el bienestar de los seres humanos.

No es nada nuevo que la realidad de la salud pública en America Latina y el Caribe sea una pesadilla y todo se debe a la poca inversión e interés en proporcionar servicios óptimos de calidad mundial, y seguirá siendo un reto con muchas barreras. Una de ellas es la accesibilidad de la salud para la población catalogada con nivel socioeconómico bajo (pobreza y extrema pobreza). Este grupo se ve afectado por los costos inaccesibles para adquir un servicio médico o simplemente se encuentran fuera de su entorno. Esta población depende de entidades como organizaciones no lucrativas que tienen programas de salud gratuitos, pero esto no es suficiente para abarcar las necesidades básicas. Y es así como inicia la pesadilla de un sector económico bajo, y de aquellas personas que pertenencen al grupo laboral que se les debita de su salario mensual un porcentaje destinado para utilizar los servicios de salud pública de forma gratuita.   Los hospitales están totalmente deteriorados con ausencia de un equipo apto para atender emergencias. Otro problema es el impedimiento demográfico en el cual las personas de las áreas rurales se tienen que trasladar 150 a 200 km de distancia al centro de salud más cercano. No es suficiente tener hospitales y centros de salud si no se cuenta con el recurso humano capacitado (enfermeras, doctores y especialistas), además de equipo médico, medicinas y otra tecnología sanitaria para evitar largos tiempos de espera, y así ofrecer una atención de calidad.  

Se necesita inversión, y esto es un desafío. Desafío que consistiría en analizar todas las necesidades de salud existentes y cuál es la demanda principal para verificar el presupuesto de cada nación y así con ese número poder tomar decisiones de inversiones y/o donaciones. Copiar las buenas prácticas de otros paises más avanzados en salud pública y adaptarlas acorde a las necesidades de cada población puede ser un inicio a la evolución en la salud a nivel mundial.  Para cumplir estos objetivos se necesita gente visionaria que no se deje engañar o manipular por terceros.  Actualmente, los países nórdicos son los más felices del mundo, y una de las razones es porque estos países invierten y tienen como prioridad una red de seguridad social de calidad, sus impuestos son de los más elevados, sin embargo, son una gran fuente de invesión para el crecimiento y beneficio de cada nación.  Países como estos son los que están listos para recuperare ante cualquier situación negativa o de emergencia; yo los llamo países ejemplares que viven con libertad.

En esta vida nada es imposible, y aquellos países con déficit en servicios de salud pública pueden cambiar. Pueden iniciar el desafío cumpliendo con la recomendación de la OMS en designar el 6 % como mínimo de su Producto Interno Bruto (PIB) a la salud pública, y solo 5 países de la región de las Américas lo alcanzan, como Cuba, Estados Unidos, Canadá, Costa Rica y Uruguay, según informe presentado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en una conferencia realizada en Washington en el año 2017.  Actualmente, la inversión promedio para la salud en los países de las Américas es de 4.2 % del PIB.

La frase “querer es poder” es un dicho que hace énfasis en la importancia de la buena voluntad, la perseverancia y el enfoque con que nos dedicamos en la conquista de una meta.  Pongo como ejemplo a la República de El Salvador, su líder Nayib Bukele hizo un anuncio en el mes de agosto del presente año. La creación de un Plan Nacional de Salud que tiene como enfoque principal incrementar la prenvención de enfermedades como la obesidad, diabetes, cáncer de cérvix y de mama, así como también ofrecer servicios de salud mental. Bukele está consciente de que para gestionar cualquier estrategia de salud debe haber un presupuesto asertado, y su mayor objetivo es proporcionarles a los salvadoreños “salud de calidad”.

La salud pública incide en el día a día de la personas, si es mala e inexistente, su calidad de vida es inaceptable y triste. Es una adversidad de la vida proporcionarle al ser humano servicios de salud deprorables. Los individuos tienen el derecho a tener un sistema de salud funcional, accesible y de calidad mundial, sin importar el país de nacimiento. Sí o sí cada país debe promover buenos hábitos de salud y ejercer el derecho de salud universal a todos sus habitantes sin importar su raza, edad, grupo étnico u otra condición.  Hoy en día contar con una buena salud es una necesidad de vida. Logremos que el desafío siempre sea promover buenos hábitos, además de mantenerlos de por vida.   

 

Por Zinnia Melgar, Psicóloga

10 de noviembre de 2019, Estados Unidos

 

Fuentes:

 

 

© 2019 Zinnia Melgar, protected under British Copyright Law 1988.