Rapport médico-paciente, sin importar la especialidad del médico

Crear una buena relación médico-paciente es importante ya que el objetivo principal de un médico sin importar su especialidad es proporcionarle ayuda humanitaria y sensible al paciente. Generar un vínculo de confianza con el paciente en la primera consulta se inicia con un rapport en ambas vías y cuando este se produce de manera favorable varios procesos psicológicos en el paciente entran en acción.

 
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El rapport es muy sencillo de generar y fácil de comprender; este término tiene su origen en la palabra en francés “rapporter” que tiene varios significados:  devolver, regresar y retornar. Su traducción correcta es  “llevar algo a cambio”.  Es una transición  de mensajes verbales, emocionales, corporales, espirituales y culturales que trasmite el paciente con el médico, que llegan a complementarse con la recepción por parte del médico, y todo esto genera una sintonía para que el proceso de sanación sea un éxito.   

Como persona responsable en la práctica médica se debe prestar mucha atención a este vínculo/conexión.  No es válido que un médico le ponga una cara larga al paciente, como profesional, la empatía empieza desde la coherencia entre lenguaje verbal y no verbal, el contacto visual, una sonrisa, calidez, un tono de voz adecuado, estas pequeñas acciones empiezan a marcar la vida del paciente.  Si el médico empieza a construir una empatía con el paciente, el estado negativo (en algunas ocasiones) con la que se presenta el paciente, puede cambiar y trascender a un estado de ánimo positivo, tomando en cuenta que lo que busca el paciente es ayuda inmediata.  

Para generar el hilo conductor del rapport, uno de los elementos principales es la escucha empática, el médico debe escuchar al paciente sin interrumpirlo, con la predisposición de no sacar conclusiones antes de tiempo o juzgar lo que el paciente refiere, siempre mostrando un interés, entendiendo lo que el paciente quiere trasmitir, logrando identificar todas las emociones que pueden estar afectando al paciente, y una vez la atención esté centrada en las necesidades del paciente, el médico tendrá la capacidad de proyectar otras necesidades inmediatas.  Al mismo tiempo es recomendable que jamás pierdan el lado humano; trasmitir el positivismo en el rapport, y que esta buena energía persista en todo el proceso.

Tomando como ejemplo, un estudio que publicó La Fundación Southcentral (SCF) ubicada en Alaska, SCF implementó un sistema de atención medica administrado por y para los pueblos indígenas; este se ha convertido en un modelo a seguir internacionalmente para una reforma de la primera atención médica.   El objetivo de la encuesta era comprobar que una buena relación/atención médica con sus pacientes ayuda a mejorar la salud.  De los 2,126 pacientes encuestados, 1,988 (93.5 %) estuvieron de acuerdo que la relación médico-paciente es importante para mejorar la salud.  La visión principal de SCF es propiciar en su comunidad nativa un bienestar físico, mental, emocional y espiritual.

En conclusión, es vital que los médicos en la primera consulta se presenten con actitud positiva y que siempre logren proyectar lo mejor de su interacción con el paciente; mantenerse abiertos a todo lo que el paciente pueda referir, estar conscientes que por muy pequeño que sea el síntoma, se le debe dar la importancia que se merece; esa es una buena impresión. E n esta relación médico-paciente también es válido aplicar la frase “la primera impresión es la que cuenta".

 

 Por Zinnia Melgar, Psicóloga

11 de septiembre de 2019, Estados Unidos

 

 Fuentes:

 

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