Su expresión ya lo dijo todo

La comunicación no verbal supera el idioma y expresa mucho más que las palabras . Todos la practicamos de una manera u otra, enviando información ‘a voces’ e interpretando a los demás de manera incesante.

Por comunicación no verbal nos referimos a todas aquellas formas de comunicación que no requieren de palabras, ni del lenguaje verbal.

 
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Según Albert Mehrabian, antropólogo, solo el 7 % de la comunicación es verbal; otro 38 % se refleja en el tono de voz y el resto corresponde al lenguaje no verbal, es decir, gestos, sonidos, postura, expresiones, movimientos de manos, movimientos de ojos, respiración, tacto, etc.

Lamentablemente las habilidades en comunicación no verbal no forman parte de la formación curricular de los médicos. Sin embargo, siempre pueden aprenderse. Los profesionales de la salud deberían incorporar y practicar esta tan subestimada técnica de comunicación, ya que al obviar el recurso no verbal, se quedan con lo mínimo que cualquier interacción interpersonal puede ofrecer.

El lenguaje no verbal no complementa el lenguaje verbal, como suele asumirse; más bien, lo suaviza, lo equilibra o lo intensifica; en pocas palabras, lo define, según el contexto de cada encuentro.

Cualquier paciente se sentirá decepcionado si el médico, por mucha experiencia y conocimiento académico que tenga, se muestra malhumorado, insensible, distraído o desinteresado en la consulta. No importa lo que el médico diga, lo que más resonará en la mente del paciente será su expresión no verbal. A tal punto, que lo que está diciendo verbalmente podría quedar automáticamente anulado.

La comunicación no verbal encauza la interacción. Por lo tanto, debemos procurar no transmitir con nuestras expresiones un mensaje contrario a lo que intentamos decir con palabras.

La carencia de una buena comunicación no verbal implica una gran deficiencia en la interacción social, y en la práctica clínica puede ser fatal.

Con una sola expresión facial o un sonido que denote duda, decepción o enojo, el médico ya definió cómo se desarrollará la consulta y la relación misma. Y en muchos casos, el paciente podría obviar información importante, evitar dar detalles al médico y hasta mentirle para salir de una situación incómoda o terminar con una consulta desagradable, y esto lógicamente tiene una gran repercusión en el diagnóstico o tratamiento que buscaba en un principio.

La comunicación verbal está sobrevalorada y a los pacientes les dice muy poco; una gran mayoría no entienden la terminología médica, las explicaciones elaboradas y el respaldo científico que los médicos intentan compartir. Todo lo contrario ocurre con la comunicación no verbal. Esta es vital, un recurso indispensable para empezar a comprender y dirigir la comunicación verbal.

No olvidemos que este tipo de comunicación también es de doble vía. Es de suma importancia que el médico preste atención a la expresión no verbal del paciente, que aprenda a observar, que sepa interpretar lo que el paciente desea comunicar audiblemente y muchas veces no puede.

Nuestro cuerpo dice todo lo que nuestra boca no puede o no sabe expresar. Y un profesional de la salud nunca debe descartar o desvalorizar este importantísimo canal de comunicación que, sin duda alguna, cimentará la buena relación y culminará con el mejor tratamiento posible.

 

Por Alejandra Contreras, Lingüista de información de la salud

24 de junio de 2019, Guatemala


Fuentes:

 

© Alejandra Contreras, 2019, protected under British Copyright Law 1988.